Cuestionario enviado por el programa radial Claro que se Puede.


  El viernes 18 de Julio de 2025 el programa Claro que se Puede (Radio La Quinta Pata, de Córdoba) me realizó una entrevista en vivo. A continuación me enviaron un Cuestionario de cinco preguntas que respondí para su sitio web, que reproduzco en este espacio. 

 

1) ¿Has experimentado personalmente con la salud mental o la discapacidad en tu vida o en la de alguien cercano a ti? ¿Cómo ha influido esto en tu escritura?

    Es muy interesante esta pregunta, ya que me permite comentar sobre lo que popularmente se conoce como salud mental. Los seres humanos estamos expuestos constantemente a condiciones socio-ambientales que suponen desafíos a nuestra salud mental. Se suele pensar que cuando hablamos del tema nos referimos a patologías graves como las psicosis o la depresión mayor, pero también es salud mental la angustia, la ansiedad, el estrés laboral, la sobrecarga de trabajo, los problemas para dormir o la imposibilidad de disfrutar los momentos de ocio. Como ser humano estoy expuesto a estas mismas condiciones. Mi rol de profesional de la salud me permite conocerlas mejor, pero no es una vacuna que me inmuniza completamente.

    En estos momentos transitamos por una epidemia de cansancio excesivo debido a que vivimos en una sociedad del rendimiento y de la productividad constante, como teorizó el filósofo coreano Byung Chul-Han en varios libros, dos de los cuáles recomiendo encarecidamente: La sociedad del cansancio (2010) y Psicopolítica (2014). A esto que estamos viviendo lo denominó Patologías de la Positividad, aunque yo prefiero llamarlas Patologías de la Productividad. En una charla dictada para un medio mexicano en 2024 me refería las Neurosis Actuales, categoría creada por Sigmund Freud en la década de 1890 para referirse a la Neurosis de Angustia, la Neurastenia y la Hipocondría. De estas entidades, la que hoy más se observa en la Clínica es la Neurosis de Angustia que aparece diagnosticada como Trastornos de Ansiedad o Ataques de Pánico, junto con otras que considero deberían incluirse como las nuevas Neurosis Actuales: la Ansiedad Financiera, el Estrés Tecnológico y estas Patologías de la Positividad o Productividad.

   Por ende, como seres humanos estamos expuestos a condiciones que afectan nuestra salud mental en mayor o menor medida. Freud decía que la salud mental era poder trabajar y amar, pero debemos apuntar a que el trabajo no sea explotador y que la búsqueda desesperada de amor -en esta sociedad donde la soledad se está volviendo pandémica- no lleve a ligarse a vínculos poco saludables o violentos. El pediatra y psicoanalista Donald Winnicott agregó que además de amar y trabajar, también se debe poder jugar y tener buen humor, dando un golpe a ese adultocentrismo que deja de lado estas cuestiones tan importantes por considerarlas “cosa de niños”.

    En cuanto a la discapacidad, según datos de la ONU el 15% de las personas se encuentran en situación de discapacidad, lo que representa uno de cada seis habitantes del planeta. Por lo tanto, quién no se encuentra en situación de discapacidad tiene algún familiar, amigo/a, vecino/a o compañero/a de trabajo o estudio con esta condición. Así que, al igual que la salud mental, la discapacidad no es algo ajeno a nadie.

   Mi escritura se ha orientado a difundir estas cuestiones, convencido de que para construir un mundo más justo y solidario tenemos que conocer. Mis obras son parte de este compromiso social que asumo de luchar por el acceso a la salud y la educación, la inclusión, los derechos humanos, la autonomía y la vida independiente.

2) ¿Qué papel crees que juega la empatía con la salud mental o discapacidad?

    Siguiendo con el punto anterior, ha quedado claro que no puede haber salud individual si no hay salud social y colectiva, porque los seres humanos no estamos aislados sino que somos animales sociales. La empatía nos puede ayudar a ver que el dolor del otro también es el nuestro. En tiempos en donde el discurso dominante glorifica el egoísmo, el usar a otros para nuestros fines individuales (heredero del utilitarismo liberal del siglo XIX) y la ganancia privada a costa de las mayorías, es necesario recordar que nadie se salva solo. A la “política del desamparo y de la crueldad” tenemos que oponerle prácticas inclusivas, solidarias y de cooperación mutua. La empatía debe ser la base sólida, la infraestructura en donde se edifique esta nueva sociedad solidaria, justa y sin excluidos.

3) ¿Cómo abordas la escritura y la comunicación con salud mental o discapacidad de manera respetuosa y auténtica?

   Yo trabajo desde el Modelo Social de la Discapacidad, que considera que la discapacidad no se encuentra en el cuerpo de la persona sino en el cuerpo social. Se puede haber nacido o contraído una condición que genere déficit en alguna función corporal (por ejemplo, el caminar, ver o escuchar), pero lo que genera discapacidad es la falta de accesibilidad para poder llevar adelante la vida independiente o las barreras (físicas, mentales, actitudinales) que ponen traba al libre ejercicio de los derechos. Al mismo tiempo adhiero a un Enfoque de Capacidades, que considera que se puede ver lo que la persona puede hacer antes que sus déficit, o como superar las barreras y la falta de accesibilidad para que estas capacidades puedan expresarse.

   En ese sentido, mi función consiste en acompañar estos procesos sin querer ocupar el lugar que le corresponde a las personas con discapacidades o condiciones de salud. Como profesional de la salud puedo aportar mis conocimientos a este proceso y mi escucha de sus necesidades, sin suponer qué es lo que necesitan. Muchas obras de accesibilidad fracasan porque no se consulta a las personas que serán usuarias de las mismas: así tenemos rampas con fallos arquitectónicos, señalizaciones en Braille en lugares inaccesibles, traductores de lengua de señas para personas con discapacidad auditiva oralizadas que en lugar de eso requieren subtitulados, o menúes que no ofrecen opciones para personas con discapacidades viscerales tales como diabetes o celiaquía.

   En mi función de escritor y divulgador, mi aporte es dar voz a las personas con discapacidad, neurodivergencias o condiciones de salud mental que reclamen por más inclusión y accesibilidad. Por eso he realizado decenas de entrevistas que abordan temas variados como deporte accesible, educación inclusiva, prevención de enfermedades no transmisibles o accesibilidad digital, en donde los mismos actores sociales expresan sus conocimientos, reclamos y triunfos.

4) ¿Cómo crees que la literatura y la comunicación, en nuestro caso la radial, puede ayudar a romper estigmas y promover la comprensión sobre la salud mental y la discapacidad?

    Como mencioné anteriormente, dando voz a los mismos colectivos que reclaman por una sociedad más inclusiva, accesible, libre de prejuicios y estigmas, y que trabaje para la superación de las barreras de todo tipo. Los profesionales de la comunicación deberían capacitarse en discapacidad, neurodivergencias e inclusión desde un Modelo Social, el Enfoque de Capacidades y el Paradigma de la Convivencia/Diversidad para evitar reproducir prácticas que excluyen desde el discurso. Como soy consciente de que la mayoría de ellos no lo hace con mala intención sino por desconocimiento, es responsabilidad de los profesionales de la salud y de la educación aportar a este conocimiento. Las organizaciones profesionales que nuclean a trabajadores de la comunicación, los sindicatos de prensa, los medios de prensa privados y las agencias públicas de difusión deberían celebrar convenios de colaboración con organizaciones de personas con discapacidades y neurodiversidades para poder trabajar por una comunicación inclusiva y que respete la diversidad.

5) ¿Has encontrado desafíos o barreras al escribir sobre salud mental o discapacidad?

   No he encontrado barreras a la hora de escribir o publicar porque la diversidad de medios que existen el día de hoy permite encontrar siempre alguno que se interese por mi trabajo. Siendo escritor y redactor independiente, no estoy atado a un medio o a una editorial específica, y eso me da libertad cuando no encuentro en ese lugar un espacio para difundir mi obra.

   Las barreras aparecen a la hora de proponer medidas de cambio. Muchas instituciones, ya sean públicas o privadas, están dispuestas a darte un espacio para expresarte, pero cuando hay que llevar adelante acciones concretas de inclusión y accesibilidad es donde se ven sus verdaderas intenciones o lo comprometidas que están con la causa. Esta es la lucha en la que estamos.

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