Las Otras víctimas del Imperio Otomano (artículo histórico)
Hacia fines del siglo XIX el Imperio Otomano, que en su momento de máxima expansión se había extendido desde los Balcanes hasta Asia Central, se encontraba en decadencia como consecuencia de las pérdidas territoriales y la competencia desventajosa en que se hallaba respecto a las potencias imperialistas. La Independencia de Grecia, declarada en 1821 y concretada en 1830, así como la pérdida de Argelia a manos de Francia en 1830, marcaron el comienzo de su desmembramiento. Sin embargo el Imperio sobrevivió gracias a la ayuda de Gran Bretaña y Francia que veían al Sultanato como un frente al expansionismo del Imperio Ruso, por lo que no dudaron en ayudarlo en la Guerra de Crimea (1853- 1856). Frente a esta situación las elites gobernantes turcas responsabilizaron a las minorías étnicas y nacionales de complicidad con las potencias rivales y de controlar la economía del Imperio. Entre 1820 y 1890 se produjeron masacres de población armenia, griega y búlgara que le costaron