Arte y Salud Mental: el Efecto Stendhal
Rojo y Negro (Le Rouge et le Noir: chronique du XIX siécle, 1830) del escritor francés Henri-Maria Beyle Stendhal (1783-1842) es una de las novelas más representativas del siglo XIX. Ambientada en la época de la Restauración de la Monarquía Borbónica tras la Revolución Francesa, sigue las aventuras de Julien, un joven admirador del derrocado Napoleón que, ante la nueva situación política, debe optar entre tomar la carrera religiosa (el negro del hábito sacerdotal) o la militar (el rojo de la Guardia Imperial).
Pero aquí no nos vamos a referir a esta obra si no a otra menos conocida, pero que se sigue reeditando hasta la actualidad: Historia de la pintura italiana (Histoire de la peinture en Italia, 1817). Para escribir este libro debió realizar un recorrido por Florencia, Roma y Nápoles, lo que luego daría lugar a la publicación de dos volúmenes con crónicas de viaje.
Cuando Stendhal se encontraba de visita en la Basílica de la Santa Croce en Florencia, empezó a sentir palpitaciones, mareos y sudores, al punto de tener que retirarse. “Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”, escribió posteriormente.
Desde entonces se han registrado casos similares de personas que sienten estos síntomas frente a la grandeza y belleza de ciertas obras de arte, no necesariamente religiosas, y principalmente -aunque no siempre- en Florencia. La psiquiatra Graziella Magherini, que estudió más de cien casos similares en turistas que visitaron la capital toscana en la década de 1970, llamó a esta condición Síndrome de Stendhal, en conmemoración al escritor que lo describió por primera vez en su propio cuerpo. También se la conoce como Síndrome de Florencia. Se calcula que 10 o 20 turistas lo padecen al año.
Entre sus síntomas, además de los citados, podemos encontrar: 1) trastornos en la percepción de los colores y sonidos; 2) trastornos de angustia, ansiedad, pánico o paranoia; 3) síntomas de depresivos y sentimientos de inferioridad; 4) sentimientos de superioridad por sentirse parte de algo más grande; 5) alteraciones del comportamiento; y 6) en algunos casos, vino acompañado de obstrucción coronaria.
Una de las causas principales de su desencadenamiento puede deberse a que los turistas se ven expuestos a más estímulos que lo normal o la falta de sueño en los viajes, pero esto no explica porqué solo afecta a algunas personas. Una explicación es que puede afectar más a quienes se encuentran sensibilizadas por el arte. Otra explicación la ve como una afección psicosomática, en donde lo no ligado psiquicamente se expresa en el organismo.
También podríamos considerarlo como una forma de Neurosis de Angustia, clasificación utilizada por Sigmund Freud a fines del siglo XIX y que hoy se relaciona con el Ataque de Pánico o Ansiedad, cuyos síntomas son similares, incluyendo las palpitaciones, dificultades para respirar y apronte angustiante. A diferencia de las psicosomáticas, la angustia no tiene origen en conflictos psíquicos si no que es una reacción ante la percepción de una amenaza (¿acaso la grandeza o los sentimientos religiosos pueden ser percibidos como una amenaza al Yo en una persona predispuesta?). También podría desencadenarse en personas con estructura fóbica, sobre todo si presentan Agorafobia (miedo a los espacios abiertos).
En ese sentido, prefiero hablar de Efecto Stendhal y no de Síndrome, ya que, aunque se trate de un conjunto de síntomas y signos, en muchos casos es el resultado de otra condición que presenta la persona y no tiene un carácter permanente. Sin embargo, el debate está abierto y queda mucho por investigar.
El arte es una de las actividades que se realiza en los tratamientos de diferentes condiciones o patologías ligadas a la salud mental, ya que ofrece la posibilidad de experimentar la creatividad y calmar el malestar. En este artículo vimos la cara opuesta: cuando la grandeza de una obra de arte parece amenazar al psiquismo.
Artículo publicado en revista cultural Cocoliche, N° 168, julio de 2024.
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