La Condición de las Afasias y el Síndrome de Landau-Kelffner


    Las afasias son trastornos en la comunicación y el lenguaje que afectan el habla, la lecto-escritura y la comprensión oral o escrito. Suelen presentarse de forma repentina tras una lesión o un accidente cerebro-vascular, o de manera progresiva debido a una enfermedad neurodegenerativa. La clasificación de las afasias depende de la causa, la intensidad o las funciones afectadas.

   En 1861 el neurólogo y antropólogo francés Paul Pierre Broca identificó -en el Lóbulo Frontal- el área que lleva su nombre y cuya lesión provoca Afasia de Broca: dificultad para hablar, habla poco fluida o tartamudeo, y -en algunos casos- paralisis en el lado derecho del cuerpo, pero sin afectar la comprensión del lenguaje oral y escrito. Más tarde el médico alemán Carl Wernicke identificó -en el Lóbulo Temporal- otra área que lleva su nombre y cuya lesión provoca Afasia de Wernicke: en donde el paciente puede expresarse hablando, pero su incapacidad de comprensión del lenguaje -oral o escrito- lleva a que su habla sea incoherente.

   Entre 1870-1880 el neurólogo John Hughlings Jackson observó las formas particulares en que las afasias se presentaban en cada paciente, lo que podía ser el resultado de la interacción entre la psicología individual y la fisiología de la lesión. Esto abría la posibilidad de estudiarlas más allá de la zona cerebral implicada y viéndolas como un trastorno del lenguaje.

   Así en 1891 el neurólogo y futuro creador del psicoanálisis Sigmund Freud publicó Zur Aufassung der Aphasien (La Condición de las Afasias), en donde -siguiendo a Jackson- planteaba que las afasias no deben estudiarse solo desde un punto de vista localizacionista y neuroanatómico sino asociacionista: dado que el habla participa en la asociación de ideas, las afasias son trastornos de las representaciones psíquicas (no solo conscientes) al mismo tiempo que neurológicas.

   Este trabajo de Freud (que ni siquiera lo incluyen en las “Obras completas” en español) es de gran importancia porque lleva implícita la propuesta de un abordaje múltiple de condiciones como las afasias u otras entidadas neuropsicológicas.

   Esto nos sirve para pensar otra patología: el Síndrome de Landau-Kelffner o Afasia Infantil Adquirida. Descrita por primera vez en 1957 por los especialistas William Milton Landau y Frank R. Kellfner, se trata de un trastorno epiléptico que genera afasias en niños/as cuyo neurodesarrollo hasta el momento era típico. Es una Enfermedad Poco Frecuente (EPF) que se presenta en una de cada un millón de personas y hay apenas unos cientos de casos registrados. Se produce por una alteración en el patrón normal eléctrico del sueño por presencia de descargas eléctricas anormales y repetidas de las neuronas (encefalopatía epiléptica) que afecta las funciones reparadoras del descanso causando deterioro cognitivo del lenguaje. Se la suele confundir con Hipoacusia, Autismo o discapacidades cognitivas.

   Los pacientes con esta condición tienen dificultades para la comprensión del lenguaje sin afectación de otras funciones mentales o del comportamiento, en algunos casos hay lesiones y malformaciones cerebro-craneales, y la mayoría puede presentar convulsiones aunque son poco frecuentes. La edad de inicio suele ser entre los 2 y 8 años, y no se han registrado casos de comienzo posteriores a los 12 años.

   Dado que el lenguaje y la comunicación son fundamentales para el establecimiento del lazo social y la estructuración del aparato psíquico, su abordaje debe ser integral y multidisciplinario. Al tratamiento farmacológico (anti-epilépticos y corticoides) hay que sumarle una atención psicológica y pedagógica que contemple la individualidad del niño o la niña, a fin de favorecer la comunicación (si es necesario: usando lengua de señas o dispositivos electrónicos) y el establecimiento de lazos sociales y comunitarios.

   En algunos casos el Síndrome de Landau-Kelffner remite a los pocos meses. En otros, con tratamiento multidisciplinario, hay mejorías parciales e incluso totales después de unos años. Aunque las recaídas suelen ser comunes.

   Los trastornos de la comunicación y el lenguaje muestran la imposibilidad de separar entre causas biológicas o neuro-anatómicas y psicológicas o psico-sociales, evidenciando la relación que hay entre ambas al ser los humanos seres sociales. El trabajo en conjunto entre diferentes disciplinas (pediatría, neurología, farmacología, psicología, psicopedagogía, fonoaudiología, terapia ocupacional, acompañamiento terapéutico) va a asegurar el derecho a la salud y al bienestar de los infantes con estas condiciones. A esto hay que sumarle el reclamo por mayor presupuesto para la salud y la investigación.


Publicado en Revista Cultural Cocoliche, N° 149, diciembre de 2022.

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