Actualidad de las Neurosis Actuales
Entre 1894-1896 presentó las Neuropsicosis de Defensa, a las que atribuía su origen a conflictos psíquicos entre un afecto (que podía estar reprimido o conservado) y un contenido ideacional (conciente o inconciente), con presencia o no de alucinaciones. En esta clasificación incluía la Histeria, las Obsesiones y Fobias, las Psicosis Alucinatorias, la Paranoia, la Psicosis Histérica y la Melancolía.
Por esta misma época había publicado dos artículos (“La Neurastenia y la Neurosis de Angustia” de 1894 y “Crítica a la Neurosis de Angustia” de 1895), en donde presentaba otra condición a la que llamó Neurosis de Angustia, que se caracterizaba por los siguientes síntomas: 1) excitación general; 2) una espera angustiosa (ansiedad); y 3) perturbaciones en el aparato cardíaco (palpitaciones, arritmia, taquicardia), respiratorio (disnea, asma), nervioso (sudoración, temblores, vértigo), gastrointestinal (diarrea, dolores abdominales) y psíquico (temores, pesadillas). En 1898 la incluyó dentro de un nuevo grupo que llamó Neurosis Actuales, que opuso a las Neuropsicosis de Defensa.
Las Neurosis Actuales presentan dos características: 1) su causa no debe buscarse en conflictos infantiles sino en hechos actuales que aún están aconteciendo en la vida del paciente; y 2) sus síntomas no son expresiones simbólicas de conflictos psíquicos, sino de tipo somático o corporal, principalmente una falta o inadecuada satisfacción sexual (excitación no descargada). Además de la Neurosis de Angustia y la Neurastenia (un cansancio físico y psíquico), incluyó más tarde a la Hipocondría.
Entre 1915-1924, Freud dividiría las Neuropsicosis en Neurosis de Transferencia y Neurosis Narcisistas, que luego serían diferenciadas entre Neurosis (Histeria, Neurosis Obsesiva y Fobias) y Psicosis (Esquizofrenia, Paranoia, Parafrenias, Manía y Melancolía). Pero las Neurosis Actuales siempre se mantuvieron independientes en su clasificación. Incluso llegó a sostener que la Neurosis de Angustia se puede dar “en asociación” con la Histeria formando una “Neurosis Mixta”, pero recordando que la primera es una “tensión física que no puede pasar a lo psíquico” y la segunda es un conflicto psíquico que se enlaza con lo somático.
En la segunda mitad del siglo XX, cuando se impuso la clasificación de Jacques Lacan que distingue entre Neurosis-Psicosis-Perversiones, las Neurosis Actuales tendieron a desaparecer del psicoanálisis. No obstante, esta clasificación también deja lugar para las Patologías de Bordes y las Afecciones Psicosomáticas, que presentan algunas de las características de las Neurosis Actuales.
Por fuera del psicoanálisis, los Sistemas de Clasificación Categorial (DSM y CIE) retomaron algunos de estos conceptos freudianos. En el DSM-V (Manual de clasificación de la American Psiquiatric Association, edición 2013), dentro de los “Trastornos de Ansiedad” incluye el cuadro F41.0: “Ataques de Pánico”, cuyos síntomas son similares a los descritos por Freud: palpitaciones, sudoración, temblores, nauseas, dolores abdominales, escalofríos y miedo a morir o volverse loco. Para su diagnóstico se deben presentar al menos cuatro de estos síntomas, a cada ataque le debe seguir un mes de inquietud y cambios comportamentales, no ser consecuencia de consumo de sustancias y no se puede atribuir a otro trastorno mental.
La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10, 1992) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta el cuadro F41.0: “Trastornos de Pánico (Ansiedad Paroxística Episódica)”, con características similares, recordando que se puede deber tanto a factores externos como a las representaciones que se haga de los mismos.
Con otras denominaciones y por fuera del psicoanálisis, podemos decir que la Neurosis de Angustia –acaso la fundadora de las Neurosis Actuales- sigue gozando de buena salud.
Pero, ¿desaparecieron las Neurosis Actuales del psicoanálisis? La argentina Silvia Bleichmar, en su trabajo con personas que padecieron situaciones traumáticas (como el Terremoto de México de 1986 o el Terrorismo de Estado en Argentina), planteó un “Psicoanálisis de Frontera”: trabajar con aquellos fenómenos que están por afuera de los métodos analíticos ya que el trauma no está reprimido y presenta actualidad para el paciente. ¿Será una frontera del psicoanálisis o un retornar a aquellos primeros tiempos de Freud?
Actualmente el italiano Massimo Recalcatti (docente de la Universidad de Bérgamo) sostiene la existencia de “Nuevos Síntomas” tales como anorexias, toxicomanías, depresión y –nuevamente- la Neurosis de Angustia. Se puede objetar que estos síntomas no son nuevos, pero lo que les da el carácter novedoso es su relación con el discurso de la época: mientras la histérica o el neurasténico de Freud estaban en conflicto con la moral de entonces, quienes hoy los presentan están completamente adaptados al “Discurso Capitalista” (concepto de Lacan, 1972).
Hoy no se sufre solo por no poder consumir los bienes necesarios, sino también por aquellos que el Discurso Capitalista dice que debemos tener para taponar nuestras faltas. Al mismo tiempo, hay una imposibilidad de hacer Lazo Social con los otros, refugiándonos en la ilusión de que le felicidad está en el consumo.
Podemos sostener que estas nuevas concepciones actualizan las Neurosis Actuales de Freud, incluyendo los cambios en la subjetividad de la época y las nuevas formas que asume el capitalismo contemporáneo. Tras varias décadas con escasa presencia en la teoría psicoanalítica, hoy han retornado para recordarnos que nuestra práctica no puede limitarse a la Clínica individual, sino que debemos salir a la comunidad para construir Lazos Sociales con los que combatir las nuevas formas de sufrimiento.
Artículo publicado en la revista cultural Cocoliche, Santa Rosa, N° 159, octubre 2023.
Ilustración: parte del triptico de El jardín de las delicias de Hyeronimus Bosch.
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