¿Neurosis Obsesiva, TOC o Trastorno Obsesivo-Compulsivo de la Personalidad?

 

   Diariamente escuchamos expresiones como “es un TOC”, “no seas obsesivo” o “se obsesiona por todo”. Pero, ¿qué son realmente las obsesiones y compulsiones?, y ¿cuál es la forma correcta de denominarlas? Eso veremos a continuación.

   En el siglo XIX el francés Jean Pierre Falret definió a las obsesiones como ideas patológicas que acosan a una persona. El término fue traducido al alemán como “zwang” (compulsiones), de donde viene la denominación Obsesiones-Compulsiones. En 1894-1896 Sigmund Freud incluyó a las “Obsesiones y Fobias” (más tarde separó la Neurosis Obsesiva y las Fobias) en su clasificación de las Neuropsicosis de Defensa, junto con la Histeria, la Psicosis Alucinatoria y la Paranoia.

   Para Freud, la Neurosis Obsesiva (N.O.) se presenta -en su forma más típica- como síntomas llamados compulsiones: pensamientos de duda, culpa, orden, limpieza, ahorro o sus opuestos, que generan rechazo en la persona llevando a comportamientos indeseables, perfeccionismo al punto de descuidar otras actividades, y conductas ritualistas. Pero estas acciones fracasan en minimizar los pensamientos obsesivos, provocando malestar en el paciente.

   Freud atribuía, en un primer momento, la causa de la N.O. al mecanismo de “falso enlace” (mediante el cual un afecto se liga a una representación o recuerdo diferente al que la generó), aunque más tarde ampliará su teoría incluyendo otras causas posibles.

   Desde el Psicoanálisis se sigue usando actualmente el concepto de Neurosis Obsesiva, considerándola una estructura de la personalidad incluida dentro de las Neurosis (diferente a las Psicosis y Perversiones) en lugar de una clasificación psicopatológica.

   Sin embargo el concepto ha sido dejado de lado por los Sistemas de Clasificación Categorial tales como el DSM (Manual de Diagnóstico y Tratamiento de la American Psychiatric Association) o el CIE (Clasificación Internacional de las Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud). En ellos encontramos -no obstante- dos categorías relacionadas.

   Por un lado tenemos el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), que hasta el DSM-IV se incluía dentro de los Trastornos de Ansiedad pero el DSM-V (2013) lo incluyó en una clasificación propia: “TOC y trastornos relacionados”. Se caracteriza por la presencia de obsesiones, compulsiones o ambos. Define a las Obsesiones como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes que producen ansiedad. Las Compulsiones son comportamientos (lavarse las manos, ordenar) o actos mentales (rezar, contar números) repetitivos como respuesta o intento de aliviar las obsesiones.

   Para diagnosticar TOC hay que descartar el consumo de sustancias, alteraciones médicas (como las neurológicas) o síntomas de otras patologías psíquicas. El tratamiento propuesto es antidepresivos (tricíclicos o IRSS), ansiolíticos y Terapia Cognitivo-Comportamental.

   La otra categoría es el Trastorno Obsesivo Compulsivo de la Personalidad (DSM-V) o Trastorno Anancástico de la Personalidad (CIE-10). Se diferencia del anterior por ser un Trastorno de la Personalidad (TP), es decir, rasgos mentales o comportamientos permanentes (propios de la personalidad) que se distancian de las normas sociales y expectativas. En el Grupo C de los TP (“ansiosos y temerosos”) encontramos esta condición.

   Para el diagnóstico se deben presentar al menos cuatro de las siguientes características: 1) preocupación excesiva por detalles, normas o listados; 2) perfeccionismo que interfiere en la culminación de tareas; 3) dedicación excesiva al trabajo y la productividad; 4) ser demasiado escrupuloso con los valores y principios éticos; 5) incapacidad de deshacerse de objetos inútiles o deteriorados por su valor afectivo; 6) poca disposición para delegar tareas; 7) ser avaro con los demás y consigo mismo; y 8) mostrar rigidez y obstinación.

   Como hemos visto, los distintos conceptos responden a distintas formas de abordar las obsesiones y compulsiones. Para el psicoanálisis, la N.O. es una estructura que tiene presentaciones egosintónicas (en sintonía con el Yo), con las que la persona convive sin mayor conflicto, y egodistónicas (en conflicto con el Yo), que producen malestar susceptible de ser tratado en análisis.

   En cambio los Sistemas de Clasificación Categorial (DSM, CIE) han borrado la Neurosis como estructura, dispersándola en diferentes patologías. Así el TOC aparece generando patología en la persona, mientras que el Trastorno Obsesivo-Compulsivo de la Personalidad (o TAP para el CIE) se encuentra integrado como el patrón dominante de la personalidad.



Películas sobre el tema:

* As good as it gets (Mejor Imposible), dirigida por James L. Brooks, Estados Unidos, 1997. 137 minutos.

* Toc Toc, dirigida por Vicente Villanueva, España, 2017. 96 minutos.


Publicado en revista cultural Cocoliche, N° 151, febrero de 2023. 

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