Guerrero de Ebano: Yasuke, el Samurai africano

   Durante su estancia en China como miembro de la corte del emperador mongol Kublai Khan, el explorador veneciano Marco Polo escuchó hablar de una tierra situada al Este conocida como Cipango. A ellas pensaba arribar Cristóbal Colón cuando inició su viaje por el Atlántico que lo llevaría a las islas del Mar Caribe.

   En el siglo XVI llegaron los primeros europeos a las tierras de Cipango, lo que hoy se conoce en español como Japón. Se trataba de una comitiva de comerciantes y misioneros cristianos que esperaban encontrar nuevos negocios y almas para convertir. Por entonces, el Japón no era un Imperio unificado sino que se dividía en feudos gobernados por los Damiyo o Señores de la Guerra.

   En 1579 una comitiva italiana liderada por el padre Organtín fue recibida por el damiyo Oba Nobunaga, uno de los primeros en intentar la unificación de los feudos japoneses. Formaban parte de esta comitiva el misionero jesuita Alessandro Valignano y el personaje central de esta historia: su sirviente africano que hoy conocemos como Yasuke.

   El señor feudal japonés nunca había visto a una persona negra, por lo que pensó que estaba cubierto de betún y le pidió que se limpiara ante su presencia. Llegó incluso a ordenar que lo desnudaran y le frotaran la piel para comprobar que su color natural era “negro como el carbón. Otra cosa que le impresionó fue su sorprendente altura de alrededor de 6 shakys y 2 sun (medidas japonesas equivalentes a 1,88 metros), y su contextura física (“es fuerte como un toro” decían las crónicas de la época).

   Posiblemente el sirviente africano no fuera un esclavo sino un hombre libre que se desempeñaba como guardaespaldas del padre Valignano y que posiblemente hubiera nacido en Mozambique, desde donde fue llevado a Europa por tratantes portugueses o árabes antes de ser liberado por el religioso. Sudán y Etiopía también fueron señalados como sus tierras de nacimiento. Su nombre nativo o el que le daban los jesuitas no se conoce. Sin embargo, en una emisión de 2013 del programa de televisión japonés Descubrimiento de los Misterios del Mundo se sostenía que probablemente su nombre original fuera Yasue y que perteneciera a la etnia makua (de Mozambique y Tanzania). Al momento de llegar al Japón tendría entre 20 y 30 años.

   Para el escritor marfileño Sergio Bilé, Oda Nobunaga practicaba artes marciales y era admirador de la cultura europea, llegando a vestir sus ropas. Rápidamente se sintió fascinado por el visitante africano, por lo que decidió tomarlo como kashin (vasallo), le dio el nombre japonés de Yasuke y lo instruyó en el Bushido (código de ética de la casta samurai). Habiendo ganado la confianza de su señor, comenzó a ascender como guerrero hasta obtener el título de Samurai. Yazuke es el único africano -y acaso el primer extranjero- del que se tenga noticias que integró las fuerzas de elite japonesas y llegó a ser conocido como el “Guerrero de Ébano”. Sin embargo su carrera militar duró solo tres años.

   Por entonces Japón transitaba el periodo que luego se conocería como Azuchi-Momoyama (1568-1603) que sucedió al periodo Sengoku, caracterizado por la guerra civil entre los señores feudales, y que sentó las bases para el periodo Tokugawa (1603-1868) de unificación nacional. De hecho el nombre de este periodo proviene de Azuchi, castillo principal del damiyo Nobunaga, y del Castillo de los Fushimi-Momoyama.

   En 1582 Nobunaga lanzó una campaña de unificación del Japón bajo su mando. Yasuke participó en la Batalla de Tenmokusan en contra del clan Yakeda. Sin embargo su señor resultó traicionado por el general Akechi Mutsuhide, que lo acorraló en el Templo de Honno-ji en Kyoto y le prendió fuego. Encerrado en una habitación en llamas, decidió practicarse el seppuku o hara kiri clavándose un puñal en el vientre y pidiéndole a Yasuke que lo decapitara con la katana que luego debía entregar a su hijo y heredero Nobutada. Esto era una muestra de la confianza que le tenía.

   Yasuke se reunió con Nobutada y combatió una vez más. Ante la derrota, su nuevo señor se suicidó igual que su padre. El guerrero africano fue hecho prisionero, pero el general rebelde le perdonó la vida por su lealtad y porque al no ser japonés no estaba obligado a cumplir con sus tradiciones, aunque lo despojó de su rango de samurai.

   Sin señor a quién servir ni cargo militar, Yasuke regresó al Templo de la Orden de los Jesuitas en Kyoto y su historia posterior es desconocida. Algunas fuentes dicen que regresó a África, aunque esto ya forma parte de las suposiciones.


Bibliografía:

* G.M.; Abel; “Yasuke, el samurai africano: de paje a guerrero de elite”, Nathional Geographic, Yasuke, el samurái africano (nationalgeographic.com.es) , 18 de mayo de 2020.

* Mohamud, Naira; “La Curiosa e insólita vida de Yasuke, el primer samurai africano”, BBC News Mundo, La curiosa e insólita historia de Yasuke, el primer samurái africano - BBC News Mundo, 20 de octubre de 2019.

* Valencia, Luciano Andrés; “La Misión Iwakura y la modernización del Japón”, Boletín de la Revista de Historia, La Misión Iwakura y la modernización del Japón - Revista de Historia, 9 de mayo de 2022.

* Viajar a la Historia; La Historia de Yasuke, el Samurai negro del Antiguo Japón LA HISTORIA DE YASUKE, EL SAMURÁI NEGRO DEL ANTIGUO JAPÓN – YouTube, 8 de junio de 2022.

* Wikipedia: la Enciclopedia Libre, https://es.wikipedia.org/es, artículos: “Batalla de Tenmokusan”, “Periodo Azuchi-Momoyama” y “Yasuke”.


Publicado en Boletín de la Revista de HistoriaYasuke, el Samurai africano - Revista de Historia, 12 de diciembre de 2012. 

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