El "Familiar"

En el norte argentino existe la leyenda del “lobizón”, adaptación americana de mitos europeos acerca de hombres lobos o licántropos . Se dice que el séptimo hijo varón de un matrimonio nace con una maldición y, en las noches de Luna Llena, está condenado a convertirse en un lobo, un perro negro o un zorro gigante que se alimenta de carne humana. Tan aceptada era esta creencia, que muchas familias abandonaban o mataban al séptimo varón. En 1907 una pareja de inmigrantes rusos pidió al presidente José Figueroa Alcorta que apadrinara a su séptimo vástago para evitar la maldición, tal como venía sucediendo en el Imperio Zarista desde la época de Catalina la Grande. Esta práctica se volvió tradición y más tarde quedó plasmada en la Ley Nº 20843 de Padrinazgo Presidencial de 1974 que, con modificaciones, se mantienen hasta la actualidad. En los ingenios tucumanos, el “lobizón” es conocido como “el Familiar”, y descrito como un perro negro de ojos de fuego, p...