La Dama del Agua (cuento)
Martín estaba distraído esa mañana en la oficina. Se lo veía ensimismado en sus pensamientos. Cuando le pregunté si le sucedía algo, me respondió:
-Casi todas las noches tengo el mismo sueño. Estoy solo en el medio del mar, tratando de mantenerme a flote mientras poderosas olas me golpean y me arrastran sin que pueda evitarlo. Sigo luchando pero mis fuerzas me abandonan y pierdo toda esperanza de salvación. Finalmente me dejo hundir en las aguas hasta ahogarme. Ahí es donde despierto. Pero el sueño de anoche tuvo un final diferente. Cuando me estaba hundiendo, una mano me tomó con fuerza y me arrastró fuera del agua. De repente ya no estoy en un mar embravecido, sino recostado en una playa tranquila. Me levanto en busca de quién salvó mi vida y veo una mujer hecha completamente de agua. Es un agua clara y al ser iluminada por el sol se puede ver a través de ella. Pero lo que más me llamó la atención fue que en su vientre acuoso nadaban peces de colores.
Cipolletti, marzo de 2016
Publicado en El Narratorio, N° 19, septiembre de 2017.
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