El Corte del Río Atuel: breve historia de un conflicto interprovincial
El Río Atuel nace en la Cordillera de los Andes –a unos 5000 metros sobre el nivel del mar- y es una prolongación del Sistema Desaguadero, que discurre principalmente por las provincias de Mendoza y La Pampa, en esta última formando tres brazos. Su extensión puede llegar a 790 km y tiene una cuenca de 39.404 km². Antes del corte por los diques Nihuil, desembocaba en el Río Salado-Chadileuvú-Curacó, que a su vez es afluente del Colorado, que desemboca en el Océano Atlántico. Este río formaba parte de un sistema que permitía la navegación desde la Cordillera hasta el Atlántico(1).
El conflicto por el Rio Atuel comenzó en las
primeras décadas del siglo XX. El espacio que hoy ocupa la provincia de La
Pampa estaba habitado por numerosas comunidades originarias que fueron
desplazadas y masacradas durante las campañas militares encabezadas por Julio
Argentino Roca en 1878-1879. Unos años después, se organizó el Territorio
Nacional de La Pampa Central, entidad administrativa dependiente del Poder
Ejecutivo Nacional, que nombraba al gobernador y sus habitantes carecían del
derecho al voto (excepto para las elecciones municipales). Al mismo tiempo,
Mendoza era una de las “provincias históricas” con una estructura
administrativa ya consolidada que la colocaba en situación de superioridad
frente a su vecina del sudeste.
Hay que señalar además que La Pampa no es
una región geográfica unificada. La parte este -más húmeda- está ligada a
actividades agrícolas, mientras que en el centro y oeste –donde las condiciones
son más secas- presenta una economía pastoril y de extracción. Comerci
considera a esta zona como un espacio de
borde debido a que se encuentra menos inserta en la dinámica del capital y
presenta dependencia de otras regiones, al mismo tiempo que hay cierta
autonomía para sus prácticas regionales. El oeste pampeano está más ligado a la
Región de Cuyo, pese a que con la provincialización (1952) se trató de que se
vinculara más con la Pampa Húmeda (2).
En 1918 un grupo de vecinos de Puesto del
Bello (Mendoza) realizó, sin autorización legal, un dique “criollo” de tierra y
monte (tapón) en el brazo este del río, que mermó el caudal que llegaba a La
Pampa y acabó con la Isla Chalileo. Imposibilitado de reclamar, debido al
colonialismo interno en que vivía, el Territorio Nacional debió tolerar esta
situación. En la década de 1930 hubo tapones y desvíos del río para abastecer a
las prósperas colonias del sur mendocino, lo que provocó la desaparición del
brazo Butaló, que se adentraba 150 kilómetros en territorio pampeano, y de la
colonia agrícola homónima fundada en 1910 (3).
Pero la sentencia de muerte para el río
comenzó con la sanción de la Ley Nacional Nº 12650 de creación del Establecimiento
Hidroeléctrico Los Nihuiles, que negaba el carácter interprovincial de los
ríos. Fue la empresa estatal Agua y Energía quién construyó y administró los
diques que cortaron la circulación de agua hacia el sur. El primero comenzó a
construirse en 1941. Con la inauguración del último dique en 1948, que cortó el
tercer brazo del río llamado Arroyo de la Barda, se terminó por desertificar el
sur mendocino y el centro-norte del Territorio de La Pampa, en una superficie
de 5000 km².
Para La Pampa, el corte del Atuel significó
el fin del proyecto de crear una zona de regadío en el oeste y el
despoblamiento de los pueblos de la zona. Miles de habitantes de esas
localidades, así como los pueblos originarios que aún habitaban en la zona,
debieron migrar hacia el este, pasando a habitar en las zonas marginales de las
localidades más grandes como Santa Rosa, General Acha o Victorica, y a cambiar
radicalmente su forma de vida. De un día para otro, habían perdido todo lo que
significa su subsistencia. El escritor y agrimensor Edgar Morisoli llamó a esta
migración forzada: “la diáspora atuelera
y saladina”.
El impacto ambiental no fue menor: los
bañados desaparecieron, murieron los animales incapaces de migrar o adaptarse,
y los grandes árboles se secaron al faltarles el vital elemento.
Es conocida la historia del telegrafista
policial de Paso de los Algarrobos Ángel Garay que, conmovido al ver este
desastre ambiental y la miseria de las poblaciones oesteñas, decidió enviar una
carta al entonces presidente Juan Domingo Perón sin pasar por las vías
administrativas, adjuntándola a un informe de la empresa Agua y Energía. En
ella describía “las circunstancias
críticas que atraviesan los pobladores de la zona” y la situación de “desposesión” de los afectados por el
corte del río (4).
Al año siguiente se aprobó la resolución
50/49 del Consejo Nacional de Agua y Energía Eléctrica de la Nación, amparada
en la Ley Nacional Nº 13030, que ordenaba una suelta trianual de agua para
mitigar las consecuencias del Nihuil. Según señala Morisoli, la ley nunca fue
cumplida porque un órgano de jerarquía inferior, la Dirección de Irrigación de
la provincia de Mendoza, objetó su cumplimiento. La resolución del organismo
mendocino estaba firmada por los principales terratenientes de la zona, siendo
el caso más famoso el de Sotero Arizu, propietario de la Bodega Arizu y
poseedor en ese momento de 5000 hectáreas de viñedos entre San Rafael y General
Alvear (5).
Unos años después, el senador nacional
mendocino Carlos H. Evans llegó incluso a negar el carácter bi-provincial del
Rio Atuel: “No hay ninguna prueba de que
el Atuel haya llegado como río con caudal perenne y constante a la provincia de
La Pampa, ni en la época de la resolución Nº 50 (1949) ni mucho antes; al
contrario, los argumentos desarrollados por La Pampa se remontan a épocas pretéritas,
anteriores muchas a 1810” (6).
Sin
embargo esto es incorrecto, ya que basta con estudiar los mapas realizados por
los militares o acompañantes científicos de la “Conquista del Desierto” en el
siglo XIX o el Mapa Oficial de la Nación realizado por Carlos de Chaperoege
-integrante del Censo Nacional- en 1914 para comprobar que el Río Atuel
atravesaba ambas provincias hasta bien avanzado el siglo XX. De hecho en 1928 la Dirección Nacional de
Minería había encargado al especialista Richard Wichman la realización de un
estudio hidrológico en el sur de Mendoza y los departamentos pampeanos de
Chicalcó y Puelen para comprobar los resultados negativos que podían tener las
obras de los diques Nihuil, llegando a resultados desalentadores para el oeste
pampeano (7).
Comenzó así una lucha que sigue hasta entonces por el agua y la vida en el oeste pampeano. El 11 de abril de 1973 se reunieron en Santa Rosa representantes de organizaciones políticas, sociales y sindicales para constituir un movimiento capaz de reclamar el cumplimiento del decreto 1570/73 del Poder Ejecutivo Nacional del 23 de febrero de ese año, que reconocía a La Pampa el derecho a recibir regalías hidroeléctricas por parte de Mendoza. Se creó la Comisión Pro Defensa de los Ríos Interprovinciales (más tarde Comisión Popular por los Ríos Pampeanos) que realizó acciones de protesta en localidades pampeanas, así como en Bahía Blanca, La Plata y Buenos Aires. Al mismo tiempo se vivían luchas estudiantiles que reclamaban la nacionalización de la Universidad de La Pampa y manifestaciones obreras que, en algunos casos, confluyeron con el movimiento en defensa de los ríos (8).
En 1976, ya
en plena dictadura genocida, el Gobierno de La Pampa realizó un reclamo ante la
Corte Suprema de Justicia de la Nación que dictó un fallo tan salomónico como
inútil: dictaminó que
el río Atuel es interprovincial (condición que Mendoza negaba) pero La Pampa
sólo tendría agua cuando Mendoza alcanzase a regar más de 70 mil hectáreas comprometidas bajo cultivo o
con reserva. En la práctica, el principal tribunal de la Nación legitimaba que
las cosas siguieran como estaban hasta entonces.
Con la restauración democrática y al calor de otras luchas que se estaban llevando a cabo, el reclamo por el Atuel fue tomado por organismos de derechos humanos, asociaciones ambientalistas, centros de estudiantes y partidos políticos. En 1984 se creó la Fundación Chadileuvú (FuChad), que hasta el día de hoy lleva a cabo acciones en defensa del agua. En 1987 se editó el Cancionero de los Ríos, con poemas y canciones vinculadas a la temática. En la década siguiente la provincia contó con una Secretaría de Recursos Hídricos. La lucha por el agua se había convertido en parte de la identidad pampeana (9).
Hay que aclarar que este reclamo nunca
apuntó a perjudicar las áreas productivas o a dejar sin agua a las poblaciones
de Mendoza, sino a solicitar que se garantice el caudal mínimo del río para la
provincia de La Pampa. Además se responsabilizó en mayor medida al Estado
Nacional –que administró los Nihuiles hasta 1992- que al Gobierno de Mendoza.
Al cumplirse 60 años del corte del río,
Edgar Morisoli sentenció: “La
responsabilidad de la Nación es muy grande” (10). Durante los años que el Estado Nacional
administró los diques no se cumplieron sus mismas resoluciones. Tampoco se debe
deslindar responsabilidad a organismos como la Comisión del Atuel Inferior
(CAI), el Comité Interjurisdiccional del Rio Colorado (COIRCO) –fundado en 1976
como resultado del acuerdo entre ambas provincias y el Ministerio del
Interior-, la Secretaría de Recursos Hídricos y el Ministerio de Medio Ambiente
de la Nación, así como el mismo Congreso Nacional.
En 1987 la Corte Suprema de Justicia de la
Nación dictaminó que el Río Atuel es interprovincial y exhortó a las partes a
celebrar convenios tendientes a “una
participación razonable y equitativa del agua para La Pampa”. Al mismo
tiempo reclamaba a Mendoza a realizar obras para mejorar la eficiencia del
riego, aunque le entregó el derecho a regar
75.600 hectáreas (11). Pero aunque se celebraron desde
entonces algunos convenios menores, el conflicto está lejos de solucionarse.
Al conflicto por el Atuel se sumó en los
últimos años uno nuevo generado por el Proyecto de Portezuelo del Viento, que
requiere de una investigación en particular dado la complejidad del mismo.
En La Pampa se vienen multiplicando las
organizaciones en defensa del agua y la vida desde el año 2012. A la FuChad se
sumaron la Asamblea por los Ríos Pampeanos y asociaciones civiles en Santa
Rosa, Santa Isabel y Buenos Aires. Estas se caracterizan por su carácter
asambleario, el uso de las redes sociales, una mayor apertura al diálogo con el
Gobierno provincial y la combinación de reclamos a la Justicia con acciones
directas, como el “botellazo” en la Casa de Mendoza en Buenos Aires (12).
Un conflicto tan largo no tendrá una
resolución simple, pero es necesario que se llegue a un acuerdo que pueda
favorecer a ambas provincias, respetando los derechos de los pobladores y la
protección del ambiente. No es quizá de los Gobiernos o la Justicia, que
tienden a favorecer a los terratenientes y a los grandes empresarios de donde
vendrá la solución, sino del accionar de los pueblos. Es importante que las
organizaciones sociales, políticas, ambientales y de derechos humanos de ambas
provincias tomen el reclamo por la solución del conflicto en sus manos para que
los ríos vuelvan a correr libres para los pueblos, las comunidades originarias,
los pequeños productores y la salud ambiental.
Bibliografía:
(1)
“Rio Atuel: historia, mapas y todo lo que desconoce sobre él”, Ríos del Planeta, https://riosdelplaneta.com/rio-atuel/, actualizado el 16 de enero de
2020.
(2)
Comerci, María Eugenia;
“Presentación y justificación”, en: Comerci,
María Eugenia (comp.); Estrategias en
espacios de borde, Santa Rosa, Colección Libros Académicos de Interés
Regional, Editorial de la Universidad Nacional de La Pampa (EDUNLPam), 2018,
pp. 14-15.
(3)
Cazenave, Héctor Walter; “Atuel:
historia del conflicto por un río compartido. Síntesis”, Documentos de la FuChad, https://www.chadileuvu.org.ar/fuchad/index.php/justicia-por-el-atuel/antecedentes/127-atuel-historia-del-conflicto-por-un-rio-compartido-sintesis, 29 de mayo de 2016; y Difrieri, Horacio; Historia del Río Atuel, Buenos Aires, Instituto de Geografía,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1980.
(4)
D´atri, Marina; “Movimientos
sociales por los ríos de La Pampa”, en: Comerci,
María Eugenia (comp.); Estrategias en
espacios de borde…, op. cit., p. 171.
(5)
“A 60 años del Corte del Atuel por el Nihuil: la gran responsabilidad de
Nación”, La Arena, Santa Rosa, 25 de
mayo de 2008.
(6)
Difrieri, Horacio; Historia del Río Atuel…, op. cit., p.19.
(7)
Difrieri, Horacio; Historia del Río Atuel…, op. cit.,
p.33-34.
(8)
D´atri, Marina; “Movimientos
sociales por los ríos de La Pampa”, en: Comerci,
María Eugenia (comp.); Estrategias en
espacios de borde…, op. cit., pp. 173-175.
(9)
D´atri, Marina; “Movimientos
sociales por los ríos de La Pampa”, en: Comerci,
María Eugenia (comp.); Estrategias en
espacios de borde…, op. cit., p. 169.
(10)
“A 60 años del Corte del Atuel por el Nihuil: la gran responsabilidad de
Nación”, La Arena, Santa Rosa, 25 de
mayo de 2008.
(11)
“La Corte Suprema de Justicia aceptó tratar la demanda de La Pampa contra la
provincia de Mendoza por el corte del río Atuel”, Telam, https://www.telam.com.ar/notas/201408/74867-la-corte-suprema-acepto-tratar-la-demanda-de-la-pampa-contra-mendoza-por-el-corte-del-rio-atuel.html, 17 de agosto de 2014.
(12)
D´atri, Marina; “Movimientos
sociales por los ríos de La Pampa”, en: Comerci,
María Eugenia (comp.); Estrategias en
espacios de borde…, op. cit., p. 176-189.
Artículo publicado originalmente en: http://la5tapata.net/del-corte-del-rio-atuel-a-portezuelo-del-viento-breve-historia-de-un-conflicto-interprovincial/
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