La Colonia que cambió de manos durante un siglo (artículo)
La Real Cédula de Felipe
III de España del 16 de diciembre de 1617 creó en el sur del continente
americano la Gobernación del Río de La Plata, con dependencia del Virreinato
del Perú. Su capital era la ciudad de Trinidad y Puerto de Santa María del Buen
Ayre (hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires), y se componía de las localidades de
Asunción, Santa Fe, San Juan, Corrientes, Concepción del Río Bermejo y la Banda
Oriental (hoy República Oriental del Uruguay). Su primer gobernador fue Diego
de Góngora (1618-1623). Durante el siglo XVII se sucedieron diferentes
gobernadores, pero sería José de Garro (1678-1682) quién tendría que enfrentar
un grave problema que duraría un siglo: la delimitación de los dominios
portugueses y españoles en América.
El Tratado de Tordesillas (1494) estableció un reparto de las zonas
de navegación y conquista del Océano Atlántico y del “Nuevo
Mundo” mediante una línea imaginaria situada a
370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde: el
este de la línea sería territorio portugués, mientras que el oeste correspondería
a España. Sin embargo, las imprecisiones del tratado y de los métodos de
medición de la época, llevaron a que Portugal colonizara territorios en Brasil
al oeste de la línea imaginaria.
La Banda Oriental se hallaba al oeste de la línea fijada por
el Tratado de Tordesillas, pero Portugal pretendía que las 370 leguas
debían medirse desde la isla San Antonio (del archipiélago de Cabo
Verde), por lo que incluían hasta la desembocadura del Río de La Plata. España
en cambio pretendía que se midiera desde la isla San Nicolás, 19 leguas hacia
el este de San Antonio. Pero Portugal tenía otra evidencia a su favor: la bula del Papa Inocencio XI que sometía al
obispado de Río de Janeiro el territorio que llegaba hasta el estuario
platense.
Aun sin resolverse este conflicto, el 22 de
noviembre de 1678 el príncipe regente Pedro II de
Portugal envió órdenes al gobernador de Rio do Janeiro Manuel Lobo para que
creara un asentamiento en el Río de La Plata. El 1º de enero de 1680 fundaron
en la Banda Oriental la Colonia de Sacramento. Los ochocientos hombres que
arribaron levantaron prontamente una capilla, cuarteles, almacenes para
pertrechos militares y casas para los colonos.
La instalación de una ciudad portuaria en el Río de La Plata rompía el
monopolio comercial español, por lo que el gobernador Garro pidió a los
portugueses la evacuación de la recién fundada colonia. Ante la negativa a
retirarse, se puso al frente de una tropa de 300 arcabuceros y mosqueteros
enviados por el Virrey desde Lima, las milicias de Buenos Aires, Tucumán y
Asunción, y un contingente de pobladores originarios llegados de las Misiones
Jesuíticas–al mando del padre Diego de Altamirano- para marchar hacia la Banda
Oriental. Con esta fuerza de cuatro mil
hombres los españoles asaltaron la Colonia en la madrugada del 7 de agosto de
1680. Los portugueses fueron derrotados y sus prisioneros enviados a
Buenos Aires, excepto algunos colonos provenientes de las zonas vinícolas de
Portugal que fueron destinados a Cuyo para trabajar en las plantaciones de
viña.
Ante el reclamo de la Corona portuguesa de la devolución de la colonia y
el castigo a quienes ordenaron el ataque, el Imperio Español se vio forzado a
firmar el Tratado de mayo de 1681 por el que devolvía Colonia de Sacramento,
liberaba a los prisioneros y entregaba la pólvora y armas incautadas. La plaza
fue efectivamente entregada en febrero de 1683 y el Tratado de Lisboa de 1701
ratificó lo acordado veinte años antes. El heroísmo de Garro y sus hombres
había sido en vano.
Sin embargo los acontecimientos turbulentos que sacudieron Europa en
esos años volverían a cambiar el destino de la –ahora- Nova Colonia de
Sacramento. La muerte sin descendencia del monarca Carlos II de Habsburg desencadenó
la llamada Guerra de Sucesión Española, que se extendió hasta 1713 y culminó
con la instauración de una nueva dinastía en España: los Borbones.
Desde octubre de 1704 fuerzas al mando del gobernador del Río de La
Plata Alonso Juan de Valdez e Inclán sitiaron por tierra y agua la colonia
portuguesa, defendida por su gobernador Sebastiao da Veiga Cabral. Esta batalla
se enmarca en la Guerra que se daba en Europa ya que Portugal formaba parte
(con Inglaterra, Escocia, el Sacro Imperio Romano-Germánico, las Provincias
Unidas de los Países Bajos, el Ducado de Saboya y Dinamarca) del bando
Austracista, que quería derrocar al rey Felipe V de Borbón. Tras perder 200
hombres, el gobernador portugués recibió órdenes de Lisboa de retirarse a Río
do Janeiro. Al mando de cuatro navíos, evacuaron a los últimos sobrevivientes y
se retiraron, no sin antes incendiar la ciudad.
Colonia fue repoblada por 650 españoles y 4000 originarios misioneros.
Pero el Tratado de Utrech (1713-1715), que puso fin a la guerra, obligó a
devolverla nuevamente a Portugal, que tomó posesión en noviembre de 1716. En
esta oportunidad se aprobó una propuesta realizada por el Cabildo de Buenos
Aires que establecía que Portugal podía expandirse en la Banda Oriental hasta
la extensión que abarcara “el disparo de una bala de cañón” (600 toesas o 1164
metros) realizado desde Colonia.
Pero los portugueses fueron más allá: no solo construyeron una
fortificación para defender mejor la Colonia, sino que también se expandieron
mucho más que la distancia de la “bala de cañón” fundando en 1723 el Forte de
Montevidéu (hoy Montevideo). Por entonces habían comenzado a explotar el ganado
bovino de la Banda Oriental y los puertos de Colonia y Montevideo permitían la
comercialización de los cueros sin control de Buenos Aires.
Las
autoridades españolas en Buenos Aires trataron de evitar esto, pero cuando su
gobernador Bruno Mauricio Zabala reunió sus fuerzas para cruzar el Río de La
Plata el 22 de enero de 1724, los portugueses ya estaban instalados y los
expulsaron sin necesidad de combate.
Hay que aclarar que pese a todas las ocupaciones y restituciones, la
población de Colonia de Sacramento nunca dejó de crecer, siendo para 1732 de
3000 habitantes civiles, sin contar el personal militar. Entre 1729 y 1733 los
pobladores dirigieron notas al Conselho Ultramarino de Lisboa pidiendo la
instalación de órganos de gobierno civiles, a lo que se opuso el gobernador
militar. Sin embargo, llegó a contar con un Senado do Cámara.
Entre el 28 de noviembre de 1735 y el 6 de enero de 1736 fuerzas al
mando del gobernador del Río de La Plata Miguel de Salcedo –entre los que había
nuevamente un amplio contingente de originarios de las Misiones Jesuíticas-
sitiaron la Colonia, fuertemente defendida por el brigadier Antonio Pedro de
Vasconcelos. Refuerzos llegados desde Brasil y Portugal derrotaron a los
españoles y forzaron su retirada.
El 22 de mayo de 1737hubo una batalla naval cerca de la Isla Martín
García –en el Río de La Plata- entre las escuadras portuguesas y españolas, que
culminó cuando España perdió dos corbetas que encallaron en la isla.
Lo establecido por el Tratado de Tordesillas ya no se cumplía, por lo que era necesario un nuevo acuerdo. El Tratado de Madrid o Tratado de Permuta de 1750 –favorecido por el matrimonio entre María de Bragança y Fernando VI- establecía nuevos límites en base a los territorios ya colonizados y ocupados por las respectivas Coronas, pero también convenía en realizar una permuta de la Colonia de Sacramento por los llamados “siete pueblos de las Misiones guaraníes” en las márgenes del río Uruguay. La ocupación de estos pueblos por parte de Portugal produjo un levantamiento de los pueblos guaraníes, ya que bajo los jesuitas gozaban de relativa libertad y podían producir en su propia tierra. La Guerra Guaranítica se extendió entre 1753 y 1756, y culminó con una masacre llevada a cabo por las autoridades portuguesas y españolas contra los pueblos originarios de lo que hoy es la zona de la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.
Fuente: https://www.timetoast.com/timelines/el-reformismo-de-los-borbones.
Las Coronas enfrentadas por un poblado en
las márgenes del Río de La Plata, colaboraban cuando se trataba de oprimir a
los pueblos originarios americanos. Si tenemos en cuenta que estos ayudaron a
los españoles en sus campañas para conquistar la Colonia, la traición de Madrid
y Buenos Aires es aún más infamante.
Sin embargo, estallaría una nueva guerra entre las potencias coloniales
europeas que volvería a afectar a la disputada colonia. La Guerra de los Siete
Años (1756-1762) interrumpió las negociaciones entre España y Portugal, ya que
este último se alineó del lado de Gran Bretaña (enemiga del Imperio español).
Durante el conflicto, el gobernador del Río de La Plata Pedro de Cevallos ocupó
nuevamente la Colonia –que volvió a ser española- frustrando además un plan de
la Armada anglo-portuguesa de apoderarse de Buenos Aires. Pero el Tratado de
Paris (1763) que puso fin al conflicto ratificó el dominio portugués, que
volvió a tomar posesión de la misma.
En 1776 se creó el Virreinato del Río de La Plata, independiente del
Virreinato del Perú, como parte de las reformas borbónicas de Carlos III. Sus
límites fueron fijados por la enorme extensión jurisdiccional de la Audiencia
de Charcas –especie de Tribunal de Justicia y órgano de gobierno- y los
territorios de las Gobernaciones de Cuyo, Buenos Aires, Paraguay y Tucumán.
Siguiendo el modelo francés, se dividió el Virreinato en ocho intendencias:
Buenos Aires, Asunción, Córdoba, Salta, Cochabamba, Potosí, Charcas y La Paz; y
cuatro gobernaciones militares: Moxos, Chiquitos, Misiones y Montevideo.
Teniendo en cuenta los conflictos recientes, es obvio el porqué del carácter
militar de estas dos últimas.
En 1777 Carlos III dio plenos poderes al recién asumido Virrey Pedro de
Cevallos –quién cuando era gobernador dirigió uno de los ataques- para que
marchara con una fuerza de 800 buques y 9000 combatientes, entre los que estaba
el poderoso Regimiento de Saboya, a tomar posesión de las plazas portuguesas en
el Río de La Plata. Los portugueses fueron desalojados de Colonia y de la Banda
Oriental, y se incorporó el actual Estado brasileño del Rio Grande do Sur. Con
el posterior Tratado de San Ildefonso quedaron fijados los límites del nuevo
Virreinato.
Bibliografía:
· Albino, Oscar; (2005) “Cevallos, la Colonia del Sacramento y la primera
invasión inglesa del Río de La Plata”, Boletín
del Centro Naval, Nº 810.
· Balmaceda, Daniel; (2006) Oro y espadas,
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· Buschiazzo, Marcelo Díaz; (2010) “Colonia del Sacramento: la lucha por los límites
del Imperio”, VI Seminario Regional de
Cidades fortificadas e Primero Encontro técnico de Gestores de Fortificaçoes,
31 de marzo al 2 de abril.
· Gómez, Santiago; Guerras entre España y
Portugal en la cuenca del Río de La Plata, https://www.todoababor.es/historia/guerras-entre-espana-y-portugal-en-la-cuenca-del-rio-de-la-plata/.
· Historia Americana Larousse. 500 años: encuentro de
dos mundos (1992),
tomos 9: La Administración colonial y
10:Los cuatro virreinatos, Santiago, Sociedad Comercial y Editora Santiago
Ltda. y Editorial Larousse (Serie Especial Quinto Centenario).
· Jumar, Fernando;
(2004) “Colonia del Sacramento y el
complejo portuario rioplatense, 1716-1778”, en Silva, H. (dir); Los caminos
del Mercosur: historia económica regional. Periodo Colonial, México,
Instituto Panamericano de Geografía e Historia.
· Wikipedia, www.wikipedia.es, artículos: “Colonia del Sacramento”, “Gobernación del Rio de La
Plata”, “Historia de España”, “Historia de Portugal”, “Tratado de Madrid” y
“Tratado de Tordesillas”.
· https://www.timetoast.com/timelines/el-reformismo-de-los-borbones
Una versión resumida de este artículo fue publicada en: Boletín de la Revista de Historia, www.revistadehistoria.es, 17 de mayo de 2021.
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